lunes, 6 de julio de 2009

PELOTA VASCA
No deja de resultar paradójico que la primera medalla lograda por un deportista madrileño (Paris 1900) haya sido una de las ultimas en haberse reconocido.Hasta 1998 el oro de Francisco Villota permaneció en el limbo de los antiguos archivos.Se sabia de la actuación de una pareja de cesta punta pero en el maremagnun de competiciones y festejos que se desarrollaron con motivo de la Exposición Universal de comienzo de siglo, la prueba de cesta punta en la que solo intervinieron dos parejas parecía un festejo más.En 1998 el historiador olímpico Bill Mallon en su obra “The 1900 Olympics Games” establecía las reglas para clasificar en pruebas olímpicas y no olímpicas aquel desaguisado de los “Concursos Internacionales de ejercicios físicos y deportes” que tuvieron lugar con motivo de la Exposición Universal y que el Barón de Coubertin disfrazo como los II Juegos Olímpicos de la era Moderna.Mallon establece que las pruebas olímpicas debían de ser “amateurs, abiertas, internacionales y sin “handicaps”, estas condiciones las reunía la prueba de cesta punta, impulsada por el presidente de la Sociedad Vasca, M.Petit, y de este modo la competición de Paris ganada de forma extraña, como veremos después, se convierte en el primer oro olímpico del deporte español.Y también de paso anula el que hasta ahora se consideraba primer podio español, el del tirador asturiano Pedro Pidal que tomo parte en una prueba que daba premios en metálico y por lo tanto no reunía la premisa de amateur.Mallon con sus precisiones cambio una plata, Pidal, por un oro, Villota-Amezola, aunque el Comité Olímpico Español siga manteniendo al marques de Villaviciosa como medallista.
Una lastima para el olimpismo español que esta fuera la única vez que la pelota figurara en el programa oficial de unos Juegos, porque sin duda habría engrosado de manera considerable el medallero español.De hecho, después de la prueba de Paris, la pelota ha estado en tres ediciones como deporte de exhibición.Paris acoge sus segundos Juegos en 1924, y de nuevo se acuerdan de la pelota como deporte de exhibición, se programan tres partidos (pala, mano y cesta punta) entre una pareja francesa y otra española. Los tres encuentros registraran victoria de los nuestros.En México -68 se programaron 4 pruebas (cesta –punta, mano parejas, frontenis y paleta con pelota de cuero) Participaron siete países y España ganaba la cesta y la mano parejas, logrando plata en paleta y bronce en frontenis.Veinticuatro años después, en Barcelona, se vuelve a incluir la pelota como deporte de exhibición. En esta ocasión participan 8 naciones en diez modalidades distintas que abarcaban el frontón largo, el corto y el trinquete.La representación española estuve presente en el podio de las diez pruebas con cinco medallas de oro, 4 de plata y una de bronce. De nuevo la cesta punta fue la modalidad más espectacular y la pareja española, Compañón y Mugartegui, ganaban la final a Francia rememorando la medalla de Paris-1900.A pesar de éxito de los “jai-alai” de Miami, Macao, Singapur o Filipinas, la Federación Internacional de Pelota, que esta reconocida por el COI, como deporte asociado, no reúne la cantidad de Federaciones nacionales suficientes para adquirir la categoría olímpica.

FRANCISCO VILLOTA
La identidad de este madrileño permaneció durante años en el anonimato, la aportación de Mallon nos sirvió para conocer los apellidos, sin más, de la pareja española que había ganado el oro en Paris. Fue trabajando en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 cuando supe de la oficialidad de la medalla por parte del COI. Pero, erróneamente, supuse, que dada la tradición vasca de este deporte, la proximidad de Euskadi a Francia (y más a principios del siglo XX) y el apellido de los pelotaris que se trataba de dos vascos.Solo los desvelos de un estudioso olímpico como Fernando Arrechea nos han permitido saber de su existencia y un poco de su vida.Francisco Villota Baquiola nació en al capital hijo de Luciano Villota y Pilar Baquiola, hidalgos ricos de Mioño (municipio de Castro Urdiales, Cantabria). Estudio derecho y se licencio un año antes de los Juegos de 1900.Lo más probable es que como muchos otros adinerados de la época viajara a Paris para visitar la Exposición Universal y allí mismo decidiera participar en el deporte que practicaba con asiduidad. De hecho varios periódicos madrileños de principio de siglo se hacen referencia a Francisco Villota como organizador y patrocinador de torneos de pelota.El como formo pareja con José Amezola, este si vasco, es otro de los misterios de esta medalla. Es probable que se conocieran con anterioridad, no eran muchos los “sportman” de aquellos años que se pudieran costearse una larga estancia en Paris y coincidieran en la capital francesa. Una vez allí decidieron a unir sus esfuerzos para jugar en los eventos programados para entretener, no solo a los espectadores, sino a los existentes a tan magno acontecimiento.Pero en un artículo de la revista “Gran Vía” publicado en mayo de 1904 se reconoce al madrileño Francisco Villota como campeón del mundo amateur de pelota, y no hay ninguna referencia a su pareja.No acaban ahí los misterios en torno a esta primera medalla olímpica.La competición de pelota vasca se disputo en el mes de junio en frontón de la Sociedad de Pelota situado en el número 26 de la calle Pauline Borghese de Neuily-Sur-Seine con un éxito total de asistencia. Hasta 1000 espectadores (una cifra que posiblemente no reunió ningún otro evento de tan desdichados Juegos) presenciaron los partidos entre las tres parejas profesionales (dos españolas y una francesa) y que concluyeron con la victoria de Barrenechea e Ituarte, ambos de Marquina, que se embolsaron 3000 francos y recibieron el titulo de campeones del mundo pelota profesional. El partido amateur entre Villota y Amezola por parte española y los franceses Durquetty y Echegaray debía disputarse a continuación, pero no llego nunca a jugarse, los franceses se retiraron antes del choque por discrepancias con la organización y de esta rocambolesca y nada fatigosa situación se lograba la primera medalla del olimpismo español.Los ganadores recibieron unos objetos de arte valorados en 150 francos (durante los Juegos de 1900 no se dieron medallas de ningún metal, y todos los ganadores eran obsequiados con esculturas, pitilleras…. y objetos de la mas distinta condición) además del reconocimiento de campeones del mundo amateurs.Francisco Villota regreso a Madrid y como todos se olvido del incidente.Quizás la falta de resultado propiciara que este oro olímpico pasara desapercibido para el COI e ignorado por el Comité olímpico español que se fundaría años después. Bill Mallon , como ya hemos apuntado , se encargaría de rescatarlo de entre la marea de documentos y reglamentos que acompañaron los “concursos internacionales de ejercicios físicos y deportes” de Paris 1900 y los desvelos de Fernando Arrechea nos han permitido conocer un poco de la vida de Francisco Villota, la primera medalla olímpica madrileña.

3 comentarios:

  1. extracto del libro "madrileños olimpicos" de Chema Anes

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  2. ¿y cuando podremos comprar el libro Chema?
    un abrazo

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  3. Hola Chemita, soy Jaime, tu sobrino prfererido, je jé. Pues nada, que esta información me sirve mucho si hago trabajos de los Juegos Olímpicos, que los voy a hacer.
    Bueno, que muchos recuerdos, muchas gracias, y muchísima suerte con tu libro, haber cuando lo sacas, nos hacemos ricos y nos vamos todos a Iguazú jaja. Mucha suerte.
    Un abrazo,
    Jame

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