domingo, 20 de diciembre de 2009

CARLOS CASTAÑO: UN TODOTERRENO



CICLISMO


El Ciclismo es la disciplina que mayores alegrías ha dado al deporte español en los últimos años. Y los Juegos Olímpicos no han estado ajenos a estos títulos. De hecho desde la primera medalla lograda en 1992, los ciclistas españoles, en todas las modalidades: ruta, pista y montain-bike, han ido subiendo al podio en todas las ediciones hasta el momento. Las 16 medallas que adornan nuestro medallero convierten al ciclismo en el segundo deporte más galardonado olímpicamente (solo superado por la vela). Pero de esta generosa cosecha los ciclistas madrileños han gozado poco. La capital ha dado siempre buenos ciclistas, sobre todo en ruta, y en los últimos años los Alberto Contador y Carlos Sastre han monopolizado las grandes competiciones por etapas. Sin embargo en los Juegos se han quedado a las puertas de las medallas. Así, solo un madrileño, en pista para más datos, ha logrado subir al podio olímpico.










Carlos Castaño, la única medalla olímpica del ciclismo madrileño, no es un glamuroso ciclista de los que vencen en el Tour, el Giro o la Vuelta. No, Carlos es un gregario, un gregario de lujo, pero un gregario al fin y al cabo. Un ciclista todo terreno que compite tanto en pista como en ruta. Carlos Castaño nacía el 7 de mayo de 1979, su padre era un gran aficionado al deporte de la bicicleta y cada fin de semana se echaba a la carretera con su peña ciclista. Cuando era solo un chaval lo llevaba al colegio sentado en el manillar y al cumplir los diez años empezó a acompañar a su padre en las rutas ciclo turísticas por los alrededores de Villafranca de la Sierra, en Ávila, Los huevos fritos con jamón , de mitad de recorrido, eran su recompensa. Estas excursiones las complementaba con la escuela ciclista Velo Club Portillo, que se centraba más en pruebas de habilidad.
Al cumplir catorce años se inscribió en la escuela ciclista infantil de San Sebastián de los Reyes (su ciudad de residencia) donde empieza a competir. “Mis dos primeros años de competición fueron la verada bastante duros, yo era una challa con mucho sobrepeso y por lo tanto, me costaba acabar las carrera. De hecho en mi primer año solo conseguí acabar una. Con el tiempo logre ir perdiendo peso a la vez que iba creciendo y ya en mi tercer año de competición conseguí mi primera victoria. El resto de años siempre me he mantenido en muy buen nivel, obteniendo resultados en las distintas categorías, compaginando carretera y pista y consiguiendo victorias en ambas modalidades”. En este párrafo Carlos Castaño hace todo un balance de su vida deportiva, pero que es más intenso y llevo de dificultades. Con 15 y 16 años compite en el equipo de bicicletas Cosme, y aquel pueblo que le vio llegar ultimo en su primera carrera finalizada fue también el que le vio logra su primera victoria. Pasa a la categoría cadete y al equipo Autoferbar, también perteneciente al club de San Sebastián de los Reyes, rápidamente se convierte en una promesa y Juanikorena, director del equipo Kaiku, se fija en él, “un día se me acerco y me pregunto ¿y tú que eres: rodador, esprínter, escalador… y yo le conteste que ni idea, yo arranco desde de salida y gano” la graciosas respuesta debió gusta a Juanikorena que le lleva como ciclista amateur. Un primer año bueno da paso a un segundo donde empiezan a aparecer las temidas lesiones. Aún así y con varios parones, Carlos logra su primera victoria en una carrera por etapas y de la mano de Jotxena Matxin y Herminio Díaz Zabala, que ejercen de tutores, comienza a soñar con la profesionalidad. Pudo saltar a un equipo profesional en Portugal , pero decide seguir un año más como amateur y centrarse en la pista de cara a los Juegos de Atenas.
El año olímpico será duro por las constantes concentraciones y competiciones, pero a la vez gratificante se forma un grupo de cinco ciclistas que como ellos mismo se
definen era una grupo de amigos. Carlos gana el campeonato de España de puntuación, y junto al equipo de persecución, la medalla de bronce en los Mundiales de Melbourne, amén de idéntica medalla en la Copa del Mundo. Es elegido también para disputar la prueba individual además de la de por equipos en Atenas. En la calificación de la prueba individual, donde su compañero Sergi Escobar va a lograr la medalla de bronce, Carlos solo puede obtener el puesto 12 , sin opciones a las eliminatorias directas a las que solo acceden los ocho primeros. Dos días después se disputa la prueba por equipos, Ferrer es el descartado de los cinco seleccionados y el madrileño Castaño el más joven del cuarteto. En la ronda clasificatoria España ya da muestras de su poderío y marca el tercer tiempo , solo superado por Australia y gran Bretaña, las dos grandes potencias de la especialidad. En cuartos de final se miden a Ucrania, que ha logrado la sexta mejor marca de las eliminatorias. Los ucranianos no son rivales para los española que se colocan en cabeza desde el primer kilómetros y van ampliando la ventaja en los tres siguientes. Al final su tiempo de 4 minutos, dos segundos y 374 centésimas vuelve a ser el tercero de los participantes lo que les deja fuera de la gran final pero que permite
luchar por el bronce contra Alemania. Los alemanes empiezan muy fuerte la carrera definitiva, en el primer kilómetros aventajan en más de un segundo al combinado español, todo un mundo en este tipo de pruebas, pero los españoles no se asustan y se mantienen fiel a su estrategia de mantener un ritmo constante, 127 pedaladas por minuto, a menos de 15 segundos por vuelta al velódromo. Los relevos se suceden y la ventaja empieza a disminuir, el segundo kilometro lo ganan los españoles y la paso por el tercero toman la delantera con casi medio segundo de ventaja. Ya solo queda aguantar en el kilómetro más complicado , cuando las fuerzas empiezan a fallar y la lactosa se pega a las piernas de los ciclistas. Pero la maquina española está totalmente engrasada y el triunfo no se escapa, es más la diferencia aumenta hasta casi los dos segundos. Y España logra su segunda medalla en el velódromo ateniense ( luego se llegarían a las cuatro). Carlos Castaño se convierte así en el primer madrileño ( aunque luego veremos un curioso caso) que se cuelga una medalla olímpica en ciclismo : “hubo muchos nervios y la última noche lo pasé un poquito mal. Soñé con la medalla y al final todo ha salido bien”
El equipo de persecución, con Castaño el segundo por la izquierda, con su medalla de bronce.
De este equipo solo Torrent era profesional. Pero la oportunidad también llega para Carlos castaño tras los Juegos y ficha por el Andalucía-Paul Versan , su primer equipo profesional. Carlos no desaprovecha la oportunidad y en el primer año gana ya la contra reloj y la primera etapa en le Vuelta a Burgos , lo que le permite por primera vez liderar una carrera por etapas como profesional. Y no abandona la pista gana el campeonato de España de Persecución y es Segundo en la Copa del Mundo de persecución por equipos, en Manchester. Al año siguiente ficha por el Kaiku y aunque gana la etapa reina de la Volta a Cataluña y llega a ir líder , es un año bastante irregular por distintos problemas físicos .
El Kaiku desaparece y entonces Álvaro Pino le llama para formar parte del Karpin-Galicia, termina tercero en la general final de la Vuelta a Madrid, e igual posición en la Vuelta a Burgos. En el 2008 logra finalizar la Vuelta Ciclista a España, trigésimoctavo en la general y concluye sexto en la Vuelta a Chihuahaua ( México). Carlos castaño continua el 2009 aunque las caídas y un virus , que le privo de acudir al Giro de Italia, hayan preñado en parte la carrera de este gregario de lujo que tiene el honor de ser el único ciclista madrileño que, representado a España, ha pisado un podio olímpico.

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